"...Ridícula es la posición de un cazador cuando persigue a estas comadres sobre el terreno; cazar es perseguir y perseguir, a quien vuela cuando a cada paso nos detiene un coto, la tapia, un río, la espesura infranqueable, es perder el tiempo y la reputación; lo doloroso es pagar y hacer la triste figura espiritualizandonos de modo que nos baste el rumor de las alas, la silueta de las perdices y la satisfacción de pasearnos por donde se pasean estas buenas mozas, descargando nuestros furores venatorios sobre el substancioso y encantador conejo, el esfuerzo es menor, el pulmón no resiste y el menisco no perdona".
¿ Y como es que hay cojos, cazadores de perdices? ¿Será que tengan buenas manos?
Sí, pero tienen además nociones de un arte que se escribió hace tiempo y que su autor tituló :
" Arte de evitar la fatiga que ocasiona la ignorancia".
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